La incursión de la inteligencia artificial (IA) en el tejido del mundo empresarial se asemeja a una montaña rusa: emocionante y llena de promesas que tendemos a sobrestimar en el corto plazo y a subestimar en el largo. Este fenómeno se evidencia en la investigación y el desarrollo de productos, campos donde la IA ha experimentado un avance exponencial y un impacto revolucionario.
En solo medio año, la aplicación de técnicas de IA se ha disparado, y la cantidad de modelos utilizados se ha expandido masivamente, lo que refleja una adopción veloz y una mejora continua. La implementación de IA no solo está en auge, sino que se ha transformado en un eje estratégico para múltiples industrias, atrayendo inversiones significativas y su integración en los procesos de negocios es ya ineludible.
Es fundamental integrar la destreza humana con la inteligencia artificial en la investigación para alcanzar el máximo potencial de ambos mundos. Es imperativo que los investigadores participen en cada fase del desarrollo, desde la concepción y la ingeniería de indicaciones hasta la implementación y análisis de los resultados de la IA. La supervisión humana es esencial para contrarrestar los sesgos que la IA, si no se gestiona con cuidado, podría exacerbar.
En un clima de inquietud sobre la calidad y la autenticidad de la información, se han erigido principios de responsabilidad que enfatizan la privacidad, la propiedad y la gestión de datos, subrayando la trascendencia del linaje de la información. En nuestra era, la procedencia de los datos es tan crucial como los datos mismos, y es vital valorar cómo nuestra utilización impacta en la propiedad intelectual ajena.
Los especialistas en investigación de mercados argumentan que la eficacia de la IA se enlaza inseparablemente a la integridad de los datos, un aspecto crítico para el entrenamiento de modelos de IA. El marco conceptual de las 6 R’s resalta la importancia de la Representatividad y la Relevancia, así como la necesidad de garantizar la confiabilidad (Reliability).
Los datos sintéticos emergen como una solución eficaz a los métodos convencionales de recopilación de datos, manteniendo la supervisión humana como un componente esencial. Experimentos con marcas de renombre han indagado cómo la personificación a través de datos sintéticos podría abrir nuevas vías de experimentación y personalización.
La travesía de marcas pioneras con la IA refleja la experiencia global de la industria: un optimismo inicial, superación de retos y una posterior estabilización. Los ensayos con IA han evidenciado su valor al proporcionar perspectivas novedosas sobre conceptos de productos y opiniones de consumidores, revelando un potencial inmenso todavía por explotar.
El porvenir de la IA en investigación es halagüeño, y además demanda un abordaje prudente y reflexivo. Sumergirnos con fervor y dedicación en la IA es crucial, al igual que reconocer nuestras limitaciones y mantener una curiosidad insaciable sobre su potencial. Es vital aplicar un marco de evaluación riguroso y garantizar que la sabiduría humana siga complementando las capacidades de la IA.
Jordi Aymerich Martinez
Main Partner at Hamilton Global Intelligence
Noviembre, 2023
